Nacido, criado y embrutecido en Segovia, o por lo menos eso dice él, ya que poco se sabe de su procedencia.
Unos dicen que llegó en una nave espacial, porque el tipo de este planeta no parece ser. Otros que fue producto de un experimento intentando mejorar el bocadillo de salchichón con células madre de una cabra. Y algunos sostienen que su familia lo encontró a la salida de un espectáculo de circo, como descarte aberrante al mezclar la mujer barbuda con un aguacate.
Sea como fuere el bicho les dio penita y decidieron criarlo como a uno más. Pasado un tiempo empezó a crecer, no mucho la verdad, pero eso sí, con proporciones apolíneas, espalda escultural, piernas como robles y brazos perfectamente torneados… o por lo menos así debe de ser en su planeta. En cuanto a su intelecto… bueeeeeno, da para lo que da, tanto aquí como en el sitio de donde venga.
Aunque el muchacho tiene una buena sobredosis de cabeza su cerebro es aproximadamente como una nuez y dado que el tamaño del cerebro está relacionado con el número de neuronas de este órgano, la comunidad científica sigue estudiando como es posible que genere suficiente energía como para balbucear y menos aún andar.
Ya sea porque recibió demasiados golpes en la cabeza debido a su falta de equilibrio por el descompensado peso de la misma o porque su centro neuronal daba lo que daba, el muchacho decidió que debía ganarse la vida sentado y no incrementar el tamaño de su cráneo con sucesivos chichones. Aquí es donde llegó a la mayor encrucijada de su vida, ¿aceptar una oferta como testador de termómetros anales o buscarse la vida por su cuenta?
Por una vez y sufriendo unas terribles agujetas durante varias semanas como consecuencia de tan magno esfuerzo, su cerebro funcionó avisándole del engaño en la oferta de trabajo, ya que era del todo imposible testear termómetros sentado, de modo que recordó sus años mozos llenando de monigotadas y pinturajas los apuntes del colegio y decidió hacerse…
¡¡DIBUJANTE DE CÓMICS E ILUSTRADOR!! Pobre, eso sí, pero muy feliz.
El mundo está repleto de frikis y seguramente si estás visitando esta web pertenezcas al gremio.
Pero no debes avergonzarte de ello ya que todos en mayor o menor medida albergamos el frikismo en nuestro corazón. Existen frikis ejerciendo de abogados, dentistas, fotógrafos, cajeros de supermercados, mecánicos…hasta psicólogos, porque el placer por deleitarse con un buen libro ilustrado, disfrutar durante unos minutitos con una divertida animación, o pasar las horas leyendo un cómic, son síntomas inequívocos de esta magnífica afección, que lejos de necesitar cura alguna, precisa nutrirse regularmente.
Y aquí es donde entra mi página, mi trabajo y mi buen hacer, pues me enorgullezco en presentarme como PROPORCIONADOR DE FELICIDAD Y ALEGRÍA AL FRIKISMO EN EL MUNDO.
Llevo más de 30 años dejándome las pestañas delante de una hoja de papel o un monitor y los dedos índice, corazón y gordito con callo de tanto pinturajear. La ilustración, el cómic, y la animación son mis pasiones y eso me ha llevado por diferentes caminos buscando el Santo Grial del pinturismo.
Estudié el bachillerato artístico en «La Casa de los Picos” de Segovia, la ciudad que me vio nacer como dibujante de cómic, donde expuse dibujos originales allá por los 90 junto a otro grande del lapicero como es Jarri Smith, jistoriasdesmith.blogspot.com, con quién también compartí páginas en la ya extinta revista de humor gráfico “El Cochinillo Feroz” que daba cabida a ilustres como Pepe Orcajo, Moncho Alpuente o El Gran Wyoming entre otros.
Durante esos años acabé haciendo bellas artes en la Complutense. Yo buscaba algo relacionado con el cómic o la ilustración… pero mi paupérrima economía no me permitía ninguna escuela privada y esta carrera era lo más próximo a mis intereses. Pero fíjate tú, que en vez de coger la especialidad de diseño me dije, ¡qué carajo! Vamos a aprender algo que me nutra desde otro punto de vista… y escogí escultura, que te los da todos.
Acabada la carrera dejé aún más mermada mi economía haciendo un curso de 3D de lo malo lo peor. Por suerte sirvió para conocer a la que es ahora mi compañera, media naranja, manzana y kiwi y que también gastó sus ahorros en el mismo improductivo lugar. Ea, para que luego digan que el dinero no puede conseguirte el amor.
A continuación caí de lleno en el mundo laboral trabajando como diseñador y 3D en el estudio de Agatha Ruiz de la Prada. Y junto a Jaro, gran amigo y uno de los mejores diseñadores que he conocido, pasé casi 12 años de mi vida poniendo color a los corazones y flores de la famosa diseñadora.
Y fue al final de ese punto de mi vida cuando me di cuenta a mis casi 40 añazos, que lo que realmente me hace vibrar es el cómic, la ilustración y la animación y que se me volverían las tripas del revés si un día, acercándome a la jubilación, fuera cuando me preguntase ¿cómo sería todo si lo hubiese intentado?
Y aquí estoy, proporcionando felicidad a todos los frikis del mundo mientras cumplo mi sueño.