Después de andar probando un par de sesiones de streaming me he dado cuenta de que si bien es necesario alimentar a las redes, 4 horas de emisión en directo hacen que mi trabajo vaya más lento, ya que uno se lía a soltar tontunás varias por la boca para que estar mirando a un tipo mientras dibuja taaaaanto tiempo no sea un coñacito total.
Y es que seamos sinceros, los streaming sirven sobretodo para aquellos dibujantes que tienen mogollón de seguidores, siendo la mayoría de dichos seguidores del gremio o gente que admira su trabajo y quiere descubrir sus secretos pintureros, por lo que mientras el famoso profesional está dibujando le hacen preguntas a las que va contestando. Para eso sirve realmente un streaming.
De modo que en la siguiente publicación en redes decidí no mortificar a mis familiares y amigos, que son los que me siguieron con enorme paciencia durante la sesión, y preparé de nuevo una pieza donde ver en 3 agradables minutines acompañados de musiquita, las 4 horas de curro, viendo el proceso pinturero de manera menos sacrificada.
Ea